No profanar el sueño de los muertos (1974) de Jorge Grau


Los cadáveres de una morgue inglesa próxima a una abadía de Manchester vuelven a la vida a causa de un experimento del gobierno que utiliza ultrasonidos para combatir la contaminación. Pero el experimento consigue también que los insectos de la zona enloquezcan y se devoren unos a otros. Al mismo tiempo, los muertos salen de sus tumbas con hambre y sed de venganza.

Jorge Grau dando lecciones de cine B en plena época del destape. Se aleja del desnudo gratuito y regala auténtico terror zombie.

De una estúpida premisa ecologista nace un argumento que va de menos a más. Juega con personajes antagónicos y los enfrenta. El director español juega muy bien con los elementos que posee y crea rivales entre la ciencia y la costumbre, lo rural y lo urbano o lo moderno y lo conservador.

Se consiguen atmósferas aterradoras en exteriores utilizando recursos como la noche y la niebla. Estancias frías y perturbadoras en interiores de manicomios y cementerios. Consigue agobiar con sus persecuciones de caminantes muertos y riega de sangre artificial una buena parte del metraje.

El casting nos regala la presencia de Arthur Kennedy que hace un papel espléndido. Raymond Lovelock dando la réplica y soportando el peso de la obra está solvente, como el resto del elenco.

Una entretenida cinta de serie B con una factura nada envidiable a productos "referencia" de la época.



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